(08/06/2015).- A propósito de la celebración del Día
Internacional de la Danza, desde el Palacio de las Academias, el pasado 29 de
abril se realizó una entrevista a Omar Orozco, director ejecutivo (E) de la
Fundación Compañía Nacional de Danza en un
programa especial de la Televisora de la Asamblea Nacional (ANTV).
¿Cómo contribuiría la Fundación Compañía Nacional de Danza (FCND) con
el desarrollo de nuestra cultura en cada uno de los ciudadanos y las ciudadanas
que habitamos Venezuela?
Primeramente contribuiría
llevando a cabo el primer objetivo del Plan de la Patria, que tiene que ver con
la defensa de nuestra soberanía e independencia cultural; en ese sentido,
estamos enfocados en recopilar muchos trabajos de investigación para
difundirlo; y, por otro lado, también los valores que están detrás de cada
montaje.
Vamos apuntando hacia una
sociedad distinta, reforzando valores distintos, combatiendo lo que es el consumismo,
el individualismo, y haciendo un poco lo que es el trabajo colectivo. Yo creo
que el trabajo que hace la Compañía y muchas otras agrupaciones en el
territorio nacional está enfocado en esos nuevos objetivos. Estamos en una
nueva etapa donde hay que revisar mucho las propuestas estéticas, los
contenidos, no sólo de la danza, también de la música, del teatro, porque
tenemos de alguna manera que reforzar los valores de la Patria, del socialismo.
Ya son nueve años de arduo trabajo contribuyendo con el desarrollo de
la cultura en nuestro país. ¿Cuál es su opinión con respecto a esos logros que
han tenido gracias al trabajo de esta Fundación?
Hay muchos logros, uno tiene
que ver con la sede. Estamos ubicados detrás de la estación del metro de Caño
Amarillo, en una estructura que estaba en una construcción casi de 5%, y desde
que ha estado la Compañía allí se han recuperado muchos espacios, no solamente
para los bailarines de la Compañía, también se han recuperado espacios para
acoger a otras agrupaciones que hacen vida allí, agrupaciones de danza contemporánea, breaking, capoeira y otros géneros. Es
una apertura importante hacia la comunidad danzaria.
También estamos haciendo
actividades en la plaza que tenemos aledaña, la Carlos Gardel, donde hacemos tomas
culturales, mostrando agrupaciones de la comunidad. Pienso que la Compañía se
ha consolidado cada vez más, con unos elencos artísticos que trabajan con mucha
mística. Ellos bailan todos los días, ensayan todos los días de lunes a
viernes, es una rutina de trabajo intensa desde las 8:30 a.m. hasta las 4:00
p.m., y eso lo hace un artista no sólo por un salario sino por amor, por ética,
por mística, y pienso que este compromiso de ellos con ese sentido de
pertenencia hacia la Compañía, es uno de los mayores logros, además de su
reconocimiento en el ámbito nacional e internacional. Por otro lado, también
estamos incursionando en el trabajo de formación, dictando talleres en las
comunidades y en diversos sitios del país.
Sin duda alguna, la Revolución Bolivariana ha venido trabajando en pro
y en el desarrollo y fortalecimiento de la cultura en nuestro país, pero
¿realmente es cierto que la cultura venezolana se ha visto reivindicada en el
calor de la Revolución?
¡Claro!, hace unos dieciséis
años atrás, con relación a los bailarines, ensayaban en cualquier espacio, en
cualquier calle, casa, patio, aunque esto no es malo, todavía muchos lo hacen,
pero actualmente la Revolución ha recuperado bastantes teatros y plazas, donde
pueden las agrupaciones ensayar y mostrar sus trabajos, como lo son, entre
muchos, el teatro Bolívar y el Principal, que van a favorecer a muchas
agrupaciones dancísticas.
Es un salto bien importante que
se ha dado en la Revolución Bolivariana, porque si se quiere dentro de las
expresiones artísticas, anteriormente la danza se encontraba en el último
peldaño de importancia de los Gobiernos; y en tiempos de Revolución, desde el
Ministerio del Poder Popular para la Cultura se ha reconocido y dado el valor e
importancia que merece.
¿Podemos decir que en este momento ha aumentado el sentido de
pertenencia a raíz de todo este trabajo que se ha venido realizando a través
del Ministerio del Poder Popular para la Cultura?
¡Sí! Además, el mismo público
se ha ido formado una nueva visión, ya que no estaba acostumbrado a ver algunas
expresiones artísticas, como en el caso de la danza contemporánea; el público
lo veía y el lenguaje no le era muy cercano, familiar, y esto es un problema
que parte de la poca difusión y exposición de ese tipo de trabajo en las
comunidades, que ahora se hace con más frecuencia.
Hoy día cualquier baile de
danza contemporánea tiene un público que visualmente ya está formado para
entender un poco más este tipo de lenguaje. Es más, no solamente ocurre en la
contemporánea, clásica y tradicional, se han incorporado otros géneros que han
recibido mucho apoyo, en el caso del breaking,
hip hop, capoeira, salsa casino, los cuales han sido incorporados también con
importancia y han sido visibilizados.
Hace poco se realizó el 4.° Festival de Teatro con participaciones
internacionales de varios países invitados, y el pueblo de alguna manera no se
sentía identificado con ciertas artes que las veía lejanas y una de ellas no
solamente era la danza, sino el teatro. El venezolano de a pie, el venezolano
común, corriente, el que patea las calles no estaba acostumbrado a asistir al
teatro como tal y a disfrutar de estas obras. Gracias al proceso
revolucionario, y a todo este trabajo que se ha venido llevando a cabo para
fortalecer la cultura de nuestro país, pueden disfrutar de todos estos espacios
que fueron recuperados y dispuestos también para todas las familias
venezolanas.
Fíjate, allí hay dos enfoques,
uno hacia el espectador, hacia el usuario que no estaba acostumbrado, que no
estaba sensibilizado hacia ese tipo de lenguaje. Creo que todos estos espacios
recuperados, plazas, teatros dan la oportunidad, además de gratuitos, para que
asista todo tipo de público para que vaya acostumbrando su mirada, vaya
educando la mirada de una manera distinta, eso, por un lado.
Y, por el otro, es el enfoque
hacia el trabajo de los grupos, que tienen que ir adaptando su lenguaje a otros
contenidos, más cercanos, para que el público pueda reconocer a qué se está
refiriendo, en qué momento y espacio está viviendo, sin caer en el
figurativismo, que es lo contrapuesto a lo abstracto, pero sí debe tener
algunos elementos que el espectador identifique en el momento y el espacio que
está viviendo. Es un esfuerzo de doble sentido, el de educación visual del
espectador y del trabajo creativo de las agrupaciones y artistas.
¿Qué importancia tiene el Día Internacional de la Danza, no solamente
en Venezuela sino en el ámbito mundial?
Hay varias razones y motivos
importantes, uno es que considero que hay pocos espacios donde se reflexiona
sobre la danza, se baila y se baila por bailar a veces, pero hay que buscar los
momentos para discutir hacia dónde va la danza, que propuestas se están
haciendo, cuál es el papel de la danza en el proceso y momento histórico que
estamos viviendo. Porque tampoco se trata de repetir cosas que se hacían hace
veinte o treinta años, sin cambiar; cada propuesta estética que se hace no es
inocente ni neutra, ésta tiene un trasfondo y una visión ideológica, estas
cosas también hay que pensarlas, porque entonces la pregunta de cuál es el
papel de la danza en este momento histórico que vivimos se queda en el aire.
¿Cómo podemos aportar en este
proceso desde la danza?, no solamente ver a la danza como una actividad que
aleja a los niños y a la juventud de la delincuencia y de las drogas, sino que
hay también un contenido que debemos revisar, además de la formación del
bailarín, y esto lo relaciono con el Día Internacional de la Danza, y ésa era
la idea que difundía mucho Noverre por allá por 1700, que es por quien se
decreta este día; él creía en la formación de un bailarín integral que no se
quedará sólo en la formación técnica, en la técnica por la técnica, o la
técnica como un fin en sí misma.
Ese mensaje de Noverre, que se
encuentra vigente hoy, debemos tenerlo siempre presente, yo creo que ésa es la
clave, no es celebrar el Día de la Danza por celebrarla, bailar por bailar, que
es hermoso, por supuesto, porque nos alegra, nos gusta, pero también hay que ir
trabajando en función de revisar, qué y cuáles propuestas estéticas se están
haciendo. Porque como te dije, no se trata de repetir y repetir esquemas,
nosotros los bailarines, los creadores, somos como una cámara que registra
momentos. Nosotros, a diferencia de la cámara, registramos con el cuerpo, los
momentos que vivimos en los espacios que vivimos y esto de alguna manera lo
traducimos en movimientos.
Y, por supuesto, desde los
espacios que vivimos, que es el territorio venezolano, esto no quiere decir que
no podamos hacer montajes de otros países, esto también es válido porque ese
intercambio también nos enriquece, pero en los montajes primero tenemos que
partir de nosotros mismos, de lo que somos, desde nuestro cuerpo cultural,
desde nuestra memoria corporal, con la cultura que construimos, que vivimos,
que compartimos, no dejar de ser venezolanos técnicamente para convertirnos en
otra cosa que no somos.
Es difícil lograr tener la
misma expresión de un europeo, de un norteamericano o de un asiático, porque
nosotros tenemos una cultura corporal que se ha construido por años y tenemos
que empezar por reconocer esa cultura corporal, porque es a través de ella que
registramos el tiempo-momento que vivimos para traducirlo a hacer nuevas
propuestas. Y ésta es una propuesta que hay que revisarla ya que estamos en
momento de Revolución y hay que revisar todo, conceptos, ideas, paradigmas,
etc.
T/ Prensa FCND
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